¿Por qué la Cola sin coca se llama “Pepsi”?

En un pueblo perdido en el mapa, nació la leyenda.

José Aveliño

BEBERBIEN. ¿Coca Cola o Pepsi? Una pregunta que ha dominado la cultura pop desde que las dos compañías rivales de refrescos comenzaron a producir grandes anuncios en la década de 1970. Aunque han estado compitiendo desde los albores del siglo XX, en 1975, Pepsi desarrolló el “Desafío Pepsi”, en el que los consumidores comunes se preguntaban qué bebida preferían en las pruebas de degustación a ciegas.

Pero antes de que comenzara la ‘Guerra de la Cola’ y el clásico comercial de Michael Jackson saliera al aire en los televisores de EEUU, Pepsi tuvo un comienzo humilde. En 1890, Caleb Davis Bradham estudiaba para ser médico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland y en su tiempo libre trabajaba como aprendiz de farmacia. Como el destino quiso, una crisis familiar obligó a Bradham a regresar a su hogar en Carolina del Norte y a detener sus sueños de “doctor”.

Después de una breve temporada como profesor, abrió una farmacia en el centro de New Bern, Carolina del Norte. Como muchas farmacias de la época, The Bradham Drug Company también albergaba una fuente de refrescos.

A diferencia de la popular cola de la época, la Coca-Cola, que contenía cocaína, Bradham se propuso crear una bebida libre de estimulantes. En 1893, creó “Brad’s Drink”, una mezcla de agua, azúcar, vainilla, extracto de nuez de cola y aceites. A pesar de la falta de cafeína, se convirtió en una sensación en este pequeño pueblo del sur de EEUU.

En esta farmacia se inventó la Pepsi. El de barba es Bradham.

Cinco años después, en 1898, Bradham cambió el nombre de su bebida por el de “Pepsi-Cola”. El razonamiento detrás de esto fue para hacer saber a los clientes que era más que un simple refresco, pero en su mente, una cola “saludable” que ayudaba a la digestión. La palabra ‘Pepsi’ viene de la raíz de la palabra “dispepsia”, que significa “indigestión”.

DE CABALLOS AL MOTOR

Al principio, la Pepsi se había comercializado como una ayuda digestiva, atrayendo a los consumidores. Esta “cola sana” continuó prosperando y en 1902 se formó la Pepsi-Cola Company, pero ya no era un jarabe para los enfermos.

En la tendencia hacia la innovación, en 1908 se convirtió en una de las primeras empresas en modernizar la entrega. Pepsi ya no se distribuía en carros tirados por caballos, sino en vehículos de motor. A finales de 1910, Pepsi era vendida en 24 estados. En 1913, Pepsi contrató a Barney Oldfield, un famoso piloto de carreras de la época, como portavoz. Se hizo famoso por su eslogan “Beba Pepsi-Cola. Te satisfará”.

No fue hasta la década de 1920 cuando la disputa entre Coca-Cola y Pepsi-Cola se hizo evidente. Debido a la fluctuación de los precios del azúcar durante la Primera Guerra Mundial, Pepsi tuvo que declararse en bancarrota en 1923. Entre 1923 y 1931, Coca-Cola ofreció comprar la compañía en varias ocasiones, pero nunca hubo acuerdo. Quién sabe, quizás hoy sería “Cosi-Cola” si las dos marcas se hubieran fusionado.

Los esfuerzos de Pepsi fueron lo suficientemente exitosos como para que en 1985 Coca-Cola anunciara que estaba cambiando su fórmula. La “Nueva Coca-Cola” fue tan desastrosa que la compañía tuvo que dar marcha atrás y re-introducir su fórmula “clásica”. En 1992, Pepsi también sufrió un fracaso de su propio producto cuando Crystal Pepsi no impresionó a los compradores de la Generación X.

BAÑÁNDOSE EN SODIO

Al igual que sus rivales de toda la vida, Pepsi se ha diversificado mucho más allá de lo que Caleb Bradham podría haber imaginado. Además de la clásica Pepsi-Cola, los consumidores pueden encontrar la Pepsi Diet, además de variedades sin cafeína, sin jarabe de maíz, con sabor a cereza o vainilla, incluso una marca de 1893 que celebra su herencia original. La compañía también se ha diversificado en el lucrativo mercado de bebidas deportivas con la marca Gatorade, así como agua embotellada Aquafina, bebidas energéticas Amp y bebidas de café Starbucks.

Cualquiera que sea el nombre que se le dé –una gaseosa, una cola, un refresco– la historia de la bebida carbonatada se remonta a más de un siglo antes de que aparecieran bebidas como la Pepsi y la Coca-Cola. El agua mineral natural, que contenía sodio (fuente de la palabra “soda”), tenía fama de tener poderes curativos. Bañarse en sodio y beberlo fueron aclamados como hábitos saludables.

El dióxido de carbono crea todas esas burbujas en la soda. Los pensadores y artesanos del siglo XVIII pensaron que si alguien pudiera inventar una máquina para infundir dióxido de carbono en el agua, sería un éxito entre las multitudes sedientas. Dos inventores en Charleston, Carolina del Sur, lo hicieron. Un gringo llamado Samuel Fahnestock lo hizo y recibió la primera patente estadounidense para la fuente de soda en 1819.

En aquellos días, una farmacia sin fuente de soda era como una barbería sin espejo. Las fuentes de soda tenían el poder de atraer a mucha gente. Antes de las regulaciones de los gobiernos y de los anuncios televisivos de “pregúntele a su médico”, el farmacéutico tenía más libertad para experimentar y era conocido por hacer un buen brebaje para levantar el ánimo. Y de esta forma, justamente, nacieron los dos refrescos más famosos de la historia: Coca-Cola y Pepsi, gracias a unos inquietos ex estudiantes de medicina.

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¿Conoces las diferencias entre Coca-Cola y Pepsi?

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