La vuelta al mundo con las papitas fritas

Si no figuran en un menú, no es un buen restaurante.

Fernando Delgado

BEBERBIEN. Francia le dio al mundo el globo aerostático, la máquina de coser y el bikini. Incluso le regalaron la Estatua de la Libertad al Tío Sam. Sin embargo, una cosa que los franceses no pueden reclamar es la patata o papa o papita frita.

A pesar de su nombre tan repetido en inglés (French Fries), las patatas fritas no son de los terruños de la Tour Eiffel, sus orígenes se remontan a Bélgica, donde ya se freían a finales del siglo XVII.

Los aldeanos pobres que vivían en el valle del Mosa comían pescado frito que pescaban en el río. Durante los meses de invierno el río se congelaba, haciendo imposible la pesca y obligando a los aldeanos a encontrar otras fuentes de alimento. Entonces descubrieron las papas como alimento alternativo, rebanándolas y friéndolas de la misma manera en que preparaban el pescado. Y así como así, nacieron las primeras papas fritas.

LA PAPITA DE LAS GUERRAS

Los soldados estadounidenses estacionados en Bélgica fueron introducidos por primera vez a las papas fritas durante la Primera Guerra Mundial. Como el idioma oficial del ejército belga era el francés, los soldados apodaron a las deliciosas papas fritas «french fries». El nombre se mantuvo, y décadas más tarde seguimos dando crédito al país equivocado.

Las papas fritas son uno de los acompañamientos más populares del mundo, cubiertas de ketchup, mayonesa o vinagre… pero aquí no terminan los ingredientes. En Bélgica, por ejemplo, la gente las prefiere con mejillones cocidos o con un huevo frito encima. El Reino Unido es famoso por su «Fish and Chips». En el Medio Oriente, las papas fritas se envuelven en pan de pita con pollo, y en Francia son servidas con carne a la parrilla (igual que en Sudamérica). Los canadienses tienen su poutine: papas fritas y muuucho queso, ¡cubiertas con una salsa marrón!

Según el belga Pierre Leclercq, historiador de gastronomía, el inventor de las papitas fritas fue un alemán llamado Krieger, un vendedor ambulante de comida en recintos feriales que utilizaba la técnica de la fritura. Mientras seguía las noticias de la Guerra de Crimea de 1854, Krieger cocinaba papas fritas en la forma moderna.

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En 1537, Jiménez de Quesada y sus fuerzas españolas llegaron a una aldea en Colombia donde todos los nativos habían huido. Entre los alimentos abandonados, encontraron papas o patatas, que fueron embarcadas a Europa.

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Con el vertiginoso paso del tiempo, todas las culturas de este planeta han dado a las «fritas» su propio y único giro, lo que las convierte en el alimento más reconocido en las cuatro esquinas de la Tierra.

BÉLGICA Para probar las patatas fritas originales, no busques más allá de Maison Antoine, en el corazón de Bruselas. Aquí, los huéspedes pueden saborear generosas porciones de fritas y acompañarlas con salsas diferentes. Consejo: este lugar es demasiado popular, así que prepárate para esperar en la fila.

FRANCIA Las patatas fritas tienen un nombre completamente diferente en Francia: pommes frites, o simplemente frites. Le Café des Musees, en París, es ideal para probar una buenas fritas. El café también sirve un bistec de costilla de res con ensalada y… muchas papas fritas.

HOLANDA Mejor conocidas como Patat o Vlaamse frites, son servidas en los stands de Ámsterdam en copas blancas en forma de cono. Y lo siento por los amantes o fanáticos del ketchup… las papas fritas holandesas se ahogan en mayonesa. Uno de los mejores lugares para disfrutar de un cono es Vleminckx, cerca de la estación de tranvía de Spui.

NUEVA YORK Las deliciosas papas fritas están por todas partes en la Gran Manzana. Pero, si te apetecen con un toque muy especial, búscalas en los pequeños restaurantes del Bajo Manhattan.

CANADÁ Quebec tiene su propia cultura e historia, así que tiene sentido que también se destaque por un plato único y tradicional: la poutine, papas fritas bañadas en queso y salsa. No hay mejor lugar en Montreal que Frite Alors, con una versión casi perfecta para pedir más y más.

SUDÁFRICA Uno puede asumir que la única manera de «tragar» papas fritas es si están crujientes y bien fritas. Sudáfrica ofrece una alternativa deliciosa en forma de «slap chips», una versión más suave y asfixiada con sal y vinagre. ¿El secreto de esta textura? Pruébalas en Hook Line and Sinker, en Ciudad del Cabo, acompañadas con mariscos.

REINO UNIDO Ninguna lista de las mejores patatas fritas del mundo estaría completa sin mencionar el plato más famoso del Reino Unido: Fish and Chips. El pescado y las papas fritas, introducidos en las islas británicas en algún momento del siglo XIX, son una de las combinaciones de comida favoritas de los ingleses. Uno de los mejores sitios es Kerbisher & Malt, en Londres, con una versión de alta calidad. El lujoso servicio de guantes blancos para el pescado y patatas fritas, hará que cualquier persona se sienta mucho más elegante, quizás como el príncipe Carlos.

JAPÓN Aunque los japoneses no inventaron las papas fritas, el Imperio del Sol Naciente llevó el plato al siguiente nivel, añadiendo algunos ingredientes como algas, semillas de ajonjolí, bonito y sal marina. El mejor lugar para «chuparse los dedos» es Nihonbashi Imoya Kinjiro, sitio especializado en creaciones de papas en Tokio… con algunos manjares de sabores exóticos.

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Italia es mucho más que pizzas y tortellini

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