Auténtica sangría

¿De dónde viene?…


Moisés Moraski

Hace años, solía beber sangría en el patio con mis amigos durante el verano. Yo siempre la preparo con vino tinto, rodajas de cítricos, azúcar y un licor, brandy o triple sec (triple seco).

Muchos turistas acuden todos los años a la Península Ibérica para probar la auténtica sangría. Los bares y restaurantes han descubierto que pueden ganar dinero sirviendo jarras de un litro de sangría, aunque a menudo no sea la verdadera sangría.

Las recetas de una buena sangría son casi ilimitadas. Algunas personas prefieren usar vino blanco o espumoso en vez de tinto para hacer una sangría más ligera.

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No cometas el error de creer que necesitas utilizar un vino o champán costoso, eso es completamente absurdo.

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Las frutas varían de una receta a otra. Las frutas más comunes para hacer sangría son naranjas, limones y manzanas. Sin embargo, la piña, el mango, los melocotones, las cerezas e incluso el melón también se pueden emplear para crear sabores únicos en la sangría.

No importa qué fruta elijas, siempre recuerda “empapar”. ¿Qué significa? Antes de añadir el hielo, es vital mezclar todos los ingredientes y reposar ocho horas o toda la noche en el refrigerador. Esto permite que el vino y las frutas se fusionen para realzar el sabor.

No existe una sangría “correcta”, lo cual hace que esta bebida sea perfectamente adecuada para todos. Si te gustan los sabores tropicales, una sangría de vino blanco con aguardiente de plátano o melón es ideal. Si prefieres algo más tradicional, utiliza vino tinto, coñac y cítricos.

¿DE DÓNDE VIENE?

Cada año más y más turistas visitan España por su comida. Tienen la guía de Michelin en el iPad y han leído todos los blogs de comida recientes. Quieren probar experiencias tradicionales como la sidrería vasca, el “tapeo sevillano” o el cochinillo de pueblo. La primera vez en tierras españolas, hay dos cosas a la hora de comer y beber: paella y sangría.

Nadie parece saber realmente de dónde viene la sangría. Si se le pregunta a un español, es probable que la asocie con una bebida embotellada de hace cientos de años. Otros españoles aseguran que es una trampa para turistas, ¡un vaso de vino muy caro! Entonces, ¿de dónde viene?

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LA SANGRÍA ES TAN ESPAÑOLA COMO LOS TOROS Y EL FLAMENCO… SÍ Y NO.

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La historia de la sangría es bastante sencilla. Hace más de 2.000 años, los romanos atravesaron la Península Ibérica y plantaron viñedos en el camino. Como en esa época el agua se consideraba insegura para beber, era común fortificarla con alcohol para eliminar cualquier bacteria.

Las primeras sangrías (cuyo nombre proviene del color oscuro de la sangre) eran muy diluidas con mezclas de vino, agua, hierbas y especias. Añadían cualquier cosa para matar las bacterias en el agua y para disfrazar el entonces terrible vino de mesa.

EL PONCHE DE VINO

La mayoría de los historiadores está de acuerdo en que la sangría fue introducida en las Américas a principios del siglo XIX. La paella se sirvió en la Feria Mundial de Nueva York en 1964, en el Pabellón de España, en el quiosco de la Taberna de Madrid.

La manera más fácil de pensar en la sangría moderna, según los americanos, es como un ponche de vino, que incluye frutas y otros alcoholes. Mientras que la cultura de los cócteles ha florecido en EEUU y en otros países, la escena española de los cócteles sigue rezagada.

En España, los establecimientos saben que los turistas esperan sangría, así que mejor que apuesten a que servirán algo con ese nombre. Sin embargo, muchos lugares te cobran por una bebida española muy popular y más económica llamada “tinto de verano”. Esta bebida se elabora con vino tinto, hielo y soda de limón o agua de soda endulzada artificialmente. El barman añade un poco de vermú y un par de rodajas de naranja, y luego cobra el doble por su “sangría casera”.

LA RECETA

Como tradición, la sangría se sirve dentro de un jarro o jarra de vidrio que se refresca con hielos, frutas y un toque de soda. Algo especial de este cóctel es que, como escribí anteriormente, no necesita de un vino caro para obtener un gran sabor.

INGREDIENTES
– Fruta fresca o de lata (melocotón, manzana, pera, kiwi, o cualquier fruta tropical) cortada en gajos pequeños.
– Zumo de naranja.
– Vino tinto no muy caro.
– Azúcar.
– Dos limones.
– Agua mineral o soda sabor limón.

PREPARACIÓN
– Pon algunos cubos de hielo dentro de algún recipiente o jarra de vidrio.
– Sirve el vino tinto de elección dentro del jarrón.
– Exprime los limones y el zumo de naranja dentro del recipiente y mézclalos brevemente.
– Añade las pequeñas rodajas de fruta dentro de la mezcla y dejalas reposar para que dejen el sabor.
– Llena el resto del recipiente con el agua mineral o la soda y ponle azúcar al gusto.
– ¡Sirve y disfruta!

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🟦 PARA MANTENERSE JOVEN

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