El país donde la reina se llama «Baleada»
Una historia culinaria muy rica en fusiones locales y del exterior.
Humberto Hernández
BEBERBIEN. Es una tortilla de harina, a menudo bastante espesa, doblada por la mitad y rellena de frijoles rojos fritos. Pero, aparte de los frijoles hay varios ingredientes. Los tipos más comunes tienen queso desmenuzado y mantequilla, o la «mixta», con huevos revueltos.
Otros comensales suman salchichas, plátanos, salsa picante, aguacate, pollo, cerdo, chismol (condimento para aderezar alimentos como la carne asada), cebolla y pimiento picado. Todas las ciudades y pueblos de este país llamado Honduras, tienen cientos de restaurantes de «baleadas«.
¿Cuál es la mejor baleada? Cada paladar tiene su gusto. A mi, me encanta la «súper especial»: frijoles rojos refritos, crema, queso, huevos revueltos, pollo, carne molida o salchichas. En la región de Olancho y Ocotepeque hay una baleada con todo lo anterior y carne asada. La isla de Utila, frente a la costa de La Ceiba, añade cebollas encurtidas y queso criollo a los frijoles.
En 2017, el prestigioso chef Gordon Ramsay visitó Honduras. Comió baleadas en la ciudad de San Pedro Sula, y hasta el día de hoy asegura que son «el mejor plato latinoamericano». En San Pedro justamente hay un pequeño restaurante con baleadas las 24 horas del día, los sietes días de la semana.
Además de su «reina», la baleada, ¿qué hace tan especial a la cocina de Honduras? Es una fusión de cocinas indígenas (lencas), españolas, caribeñas y africanas. Las especialidades incluyen pescado frito, tamales, carne asada con chismol, pollo con arroz y maíz y jalapeños. En las zonas costeras y en las Islas de la Bahía, los mariscos y algunas carnes se preparan con leche de coco. Y, por supuesto, también destacan las sopas, mezcladas con plátanos, yuca y col, y servidas con tortillas de maíz.
Otros platos típicos son las montucas y tamales envueltos en hojas de plátano. Los platos típicos destacan por una abundante selección de frutas tropicales como papaya, piña, ciruela, sapote, maracuyá y plátanos. Una de las aguas frescas consiste en manzanas picadas y frutas de temporada. Otra bebida popular es el agua de nance.
Los hondureños están acostumbrado a un desayuno abundante, con huevos fritos (enteros o revueltos), frijoles refritos, mantequilla, queso duro, aguacate, plátanos fritos dulces, tortillas y chorizos hondureños. En los desayunos no falta el café caliente y oscuro. El café «Made in Honduras» es reconocido por sus delicadas cualidades, cultivado en las laderas de las montañas de suelos de origen volcánico. Una marca específica famosa por su sabor es el café cultivado en Ocotepeque.
En las calles, los vendedores ambulantes ofrecen tamales hechos de masa de maíz amarillo dulce, llamados «tamalitos de elote», servidos con crema agria y un vaso horchata fresca. También he visto a los vendedores ambulantes ofrecer tomates picantes, muy picantes, con chiles en el medio. Yo recomiendo probar uno de ellos… ¡solo para valientes!
Sopa de caracol. Es uno de los platos más representativos de la cocina hondureña. Esta sopa se hizo famosa por una canción pegadiza del grupo «Banda Blanca». Se cocina en leche de coco, con especias, yuca, cilantro y plátanos o guineos verdes. Otras variedades como el cangrejo, el pescado o las gambas se conocen como «sopa marinera».
Sopa de frijoles. Esta sopa tradicional se hace hirviendo frijoles negros o rojos con ajo en agua hasta que se ablanden. Una vez blandos, se mezclan los frijoles con huesos de cerdo para que sirvan como base de la sopa. Una vez que la base ha tomado un color chocolate y ha hervido lo suficiente, se retiran los huesos y se añade agua a la olla, junto con el resto de los ingredientes, entre ellos yuca, plátanos y huevos. ¡Para chuparse los dedos!
La Carneada. Es uno de los platos nacionales de Honduras, conocido como «plato típico». Una carneada o carne asada, como su contraparte mexicana, suele ser más bien un evento social con bebidas y música. Los cortes de carne de res son marinados en jugo de naranja agria, sal, pimienta y especias, y luego asados a la parrilla. La carne suele ir acompañada de salsa de chimol (hecha de tomates picados, cebolla y cilantro con limón y especias), plátanos asados, chorizos picantes, queso olanchano, tortillas y frijoles refritos.
Arroz y frijoles. Es un plato popular en la costa caribeña hondureña, también conocido como «Casamiento». Cada país tiene su propio frijol y en Honduras son frijoles rojos («frijoles cheles»). Típicamente los frijoles son refritos y servidos con bananas verdes fritas (tajadas).
Catrachitas. Un bocadillo simple y común, hecho de tortillas fritas cubiertas con puré de frijoles refritos, queso y salsa picante. Una variante de este bocadillo son las Chilindrinas, tiras de tortilla fritas con salsa de tomate picante y queso. Es común en los restaurantes hondureños servir un Anafre, con queso derretido o crema agria, puré de frijoles y a veces chorizo picado (salchicha hondureña) calentado sobre un recipiente de barro con carbón ardiente, y papas fritas de tortilla para mojar. Similar a la fondue suiza.
Chilaquiles. Las tortillas están cubiertas de huevo y fritas. Luego se coloca en un recipiente ancho para formar una capa de tortilla como base. Se añade queso, pollo cocido y salsa de tomate picante con especias.
Por lo visto, a los hondureños pueden prohibirles el fútbol o quitarles la libertad de opinión, pero mucho cuidado con eliminarles de la dieta diaria las baleadas, la sopa de caracol o el arroz y los frijoles. Seguro que sería una revolución popular que haría temblar a toda Centroamérica.
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