Los cocteles mágicos de la “Gran Manzana”
En cuestión de gustos siempre hay cosas nuevas, como este bar.
BEBERBIEN. Para ser claros, esto no es un bar de Harry Potter. Pero… también es como un bar de Harry Potter. Si eres un fan de la literatura fantástica –o simplemente quieres ser una bruja sin escoba– “The Cauldron” está aquí para satisfacer tus deseos. El bar pop-up, que también está en Inglaterra y Escocia, abrió oficialmente en la ciudad de Nueva York para una experiencia de brujería y hechicería alcohólica.
Al entrar en el segundo piso del edificio Bavaria Bierhaus, en Stone Street, los clientes reciben una bata negra con capucha y una de las 73 varitas artesanales únicas de Irlanda. Después de sentarnos en nuestra mesa, con un pequeño dragón, una “puerta de hadas” con un mensaje secreto escrito en runas antiguas y una variación de frascos, leímos nuestra lista laminada de instrucciones (algo así como un menú de tragos).
Nuestra primera tarea, con la ayuda ocasional de un “Maestro de Pociones”, fue crear un “Transfiguración Toniq”, coctel a base de ginebra y lavanda que cambia de color, o un “Lost Time”, una mezcla de ron y chai elaborada en un caldero lleno de humo y burbujas. Al principio, todo es raro, misterioso y con miedo a que cualquier bebida espirituosa-fantasmagórica nos transporte a otro mundo. Pero, el temor se evapora con el primer trago.
Aparte de los cocteles, bebimos cerveza “Hell Broth” de la cervecería Sixpoint (pimienta de Jamaica, calabaza, caléndula, vainilla), dispensada desde un grifo activado con una vara. También, daiquiris de fresa encendidos en llamas (“Dragon’s Breath”) y otros como “Bubbling Shots of Death”. Aunque “The Cauldron” no tiene el tema de Harry Potter ni es específico de otra literatura fantástica, incluye el “Poetic Mead” (“Mead of Poetry”), un vino de miel de la mitología.
El tiempo que pasó tan rápido –una hora y 45 minutos sumergidos en alcohol–, nos dejó una inolvidable vivencia: la preparación de nuestros propios cocteles, o mejor dicho, pociones, vertidos en vasos de varios tamaños en una jarra humeante. El pop-up está abierto hasta el 31 de diciembre y los boletos cuestan US$45 por persona.
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