En la cuna de los vinos Barolo y Barbaresco
El sello: “Denominazione di Origine Controllata e Garantita D.O.C.G.”.
BEBERBIEN. El vino fino a menudo trae a la mente imágenes de colinas francesas y cenas elegantes; sin embargo, las regiones de Italia traen a la mesa una extensa variedad de vinos finos para un infinito placer gastronómico.
La viticultura italiana goza de una tradición rica en métodos modernos y rústicos, aunque muchas de las bodegas del país emplean actualmente herramientas científicas y tecnológicas para crear vinos de calidad. Los vinos del país se elaboran principalmente a partir de dos tipos de uvas, Nebbiolo y Sangiovese.
Las uvas Nebbiolo se utilizan en la parte noroeste del país, creando los vinos tintos Barolo y Barbaresco. Las uvas de Sangiovese crean uno de los vinos italianos más conocidos, el Chianti, y son nativas de las regiones centrales de la Toscana y Umbría.
Un buen vino italiano tiene la denominación “Denominazione di Origine Controllata e Garantita D.O.C.G.”, que se otorga a vinos con una sólida reputación. Esta designación considera la región, los rendimientos de producción y un DOC de al menos cinco años.
DOC indica el origen de un vino, el tipo de uvas utilizadas en la elaboración y los métodos de producción. DOCG es una denominación que sigue unas directrices más estrictas que la DOC, que incluye una garantía de origen.
El noreste, que incluye el Piamonte, es el hogar de dos de las escuelas de vino de Italia, y genera alrededor de un tercio de los vinos DOC del país. El Véneto, una de las regiones, es la que más vino produce.
La Italia central tiene métodos más contemporáneos de elaboración del vino, pero la calidad general ha mejorado. Para los amantes del vino tinto, esta es una zona que vale la pena visitar. La Toscana crea una especie de Chianti, así como una variedad de otros vinos.
Para aquellos que son nuevos en el vino italiano o que desean detalles adicionales, un importador especializado en vinos italianos es una de las mejores fuentes de información. Como con muchas cosas italianas, los vinos están entre las más finas indulgencias.
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