El licor carmesí cumple 162 años

Italia es la cuna de grandes bebidas…

Tim Mckirdy

BEBERBIEN. Pocas botellas sobresalen en la estantería de licores como el CAMPARI de color carmesí. Incluso cuando se vierte en un vaso, el color distintivo de la bebida la hace reconocible al instante.

Aunque hay muchos que desafían el dominio de Campari, cuando se trata de mezclar cocteles clásicos como Negronis y Americanos, los camareros están de acuerdo. “¡Simplemente no hay sustituto para Campari!”, dicen. Aquí algunos tips que debes saber sobre Campari.

ES MÁS VIEJO QUE ITALIA

En 1860, Gaspare Campari fundó su marca de bebidas homónima en la ciudad italiana de Novara, a 45 km al oeste de Milán. La formación de la empresa fue anterior a la unificación de Italia.

COCTELES CLÁSICOS Y UN CENTRO COMERCIAL DE REFERENCIA AYUDARON A POPULARIZARLO

Poco después de lanzar su marca, Campari abrió una tienda de vinos en el centro comercial más antiguo de Italia, Galleria Vittorio Emanuele II. Situada en el corazón de Milán, a pocos pasos del Duomo de la ciudad, la marca transformó la tienda de vinos en el bar Camparino en 1915, con aperitivos y licores propios. Ninguno era más popular que su aperitivo de color rojo amargo, al que ayudó su inclusión en varios cocteles emergentes de la época.

SOLO DOS DE LAS BEBIDAS DE GASPARE SOBREVIVIERON A LA SUCESIÓN DE PROPIETARIOS

Cuando los hijos de Camapri, Davide y Guido, tomaron el control de la compañía en 1920, redujeron el portafolio de la marca. Eliminaron algunos, reduciéndolos a un solo aperitivo, Bitter Campari, y un licor agridulce claro a base de frambuesas, Cordial Campari.

FORMA PARTE DE LOS COCTELES CLÁSICOS

En la década de 1920, la International Bartenders Association incluyó dos cocteles Campari en su lista de bebidas clásicas. El Americano y el Negroni se convirtieron en dos de un pequeño puñado de recetas en las que una marca específica de licor fue nombrada entre los ingredientes.

No incluidos en la lista, pero igualmente icónicos, son el Negroni Sbagliato (una parte de Campari, una parte de vermut rojo y una parte de vino espumoso) y el Milano-Torino, o Mi-To, que mezcla partes iguales de Campari (que viene de Milán) y vermut rojo (que tradicionalmente viene de Turín).

ALGUNOS REPRESENTAN LA UNIFICACIÓN DE ITALIA

Nombrado en honor a Giuseppe Maria Garibaldi, el general italiano que unificó el país, el coctel Garibaldi mezcla Campari, jarabe de caña y jugo de naranja recién exprimido. La bebida es un símbolo de la unificación del norte y el sur, con Campari representando Milán y las naranjas sicilianas representando el sur.

ES MUCHO MÁS QUE UN APERITIVO AMARGO Y ROJO

Aunque la marca se identifica con el famoso aperitivo rojo y amargo, Campari es una de las varias marcas de licores que componen el “Gruppo Campari”. El grupo tiene oficinas e instalaciones de producción en 25 países y con más de 50 marcas diferentes de alcohol, entre las que se incluyen Aperol, Grand Marnier, Skyy Vodka, Appleton Estate y Wild Turkey.

EL ARTE ES PARTE INTEGRAL DE SU HISTORIA

A partir de la década de 1920, Campari reclutó a varios artistas de renombre para crear carteles publicitarios de la bebida y sus icónicos cocteles: Ugo Mochi, Adolf Hohenstein, Marcello Nizzoli y Leonetto Cappiello, crearon el famoso cartel “Spiritello”, en el que un duende emerge de una cáscara de naranja que sostiene una botella de Campari.

Otra pieza, “Manifiesto Campari”, diseñada por Bruno Munari en 1964, coincidió con la apertura de la línea de metro M1 en Milán. La imagen muestra una serie de diferentes logotipos Campari, que fueron diseñados para ser identificables de un vistazo o a velocidad (es decir, desde dentro de un vagón de metro en movimiento). La gráfica se exhibe ahora de forma permanente en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

CAMPARI TAMBIÉN TIENE SU PROPIA GALERÍA

La Galleria Campari abrió sus puertas en 2010, año del 150 aniversario de la marca. Se encuentra en el interior del edificio Liberty en Sesto San Giovanni, Milán, que también fue la primera planta de producción de Campari.

EL AMARGO NO SIEMPRE SE VENDE ASÍ

Tradicionalmente, los carteles para el aperitivo rojo incluían las palabras “Bitter Campari”, y los que pregonaban el licor más claro decían “Cordial Campari”. Como la marca ya no necesita diferenciar entre las dos bebidas, desde entonces ha dejado de lado la palabra “bitter” de los anuncios y ha reducido su prominencia en las etiquetas de las botellas.

CAMPARI CAMBIA EN TODO EL MUNDO

Dependiendo de dónde se embotella y se vende, Campari se presenta con diferentes grados alcohólicos. Islandia y Suecia reciben el embotellado de más baja graduación, con un 21 por ciento de ABV, mientras que en EEUU, Campari registra un 24 por ciento de ABV. Quienes deseen probar el Campari más potente deben viajar a Jamaica, donde el aperitivo amargo se muestra orgulloso con un 28,5 por ciento de ABV.

LA RECETA ES UN SECRETO MUY BIEN GUARDADO

El perfil de sabor agridulce de Campari llega a través de la infusión de alcohol y agua con hierbas amargas, plantas aromáticas y frutas. Según Eligio Bossetti, historiador de Villa Campari, solamente tres personas conocen la receta exacta, que contiene hasta 80 ingredientes. La fórmula es tan secreta, de hecho, que la identidad de los tres poseedores de las recetas es también un secreto muy bien guardado.

Tradicionalmente, se usaba un colorante a base de insectos hecho de chinches de la cochinilla para darle a Campari su tono carmesí. En 2006, el uso del insecto se interrumpió en la mayoría de los países, incluido EEUU, por colorantes artificiales como reemplazo.

Sin embargo, al menos un mercado utiliza aún cochinilla. En las botellas suecas de Campari, la etiqueta indica el colorante “E120”, también conocido como carmín, ácido carmínico o cochinilla.

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Los secretos de una bebida creada a escupitajos

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