Estos vinos cada día vuelan más alto

Tony Delgado

BEBERBIEN. Durante mucho tiempo Chile ha puesto en el mercado volúmenes de vinos baratos y bebibles. Para ser justos, no hay nada malo con el vino barato. Pero, no es tan emocionante.

Afortunadamente para los consumidores de buen vino, los chilenos producen ahora “rojitos” de primera clase. Por lo tanto, si eres más exigente con tus elecciones de vino, fíjate en los de Chile, que, además, tienen precios asequibles en mercados como EEUU y América Latina.

Aunque gran parte de Chile posee un clima mediterráneo seco, la influencia de la costa y los suelos producen vinos con más elegancia (es decir, un cuerpo más ligero) y sabores agradables.

CHARDONNAY COSTERO

La corriente de Humboldt hace que las playas de Chile sean las más frías de Sudamérica. Esto ahuyenta a los amantes del sol y la arena, pero actúa como un gigantesco enfriador del suelo para el cultivo de uvas. Los viñedos reciben una manta protectora de niebla casi todos los días, donde para uvas como Chardonnay, Pinot Noir y Sauvignon Blanc, es el clima ideal.

El Valle de Casablanca es sinónimo de Chardonnay. En esta zona marcada por suelos arenosos y graníticos-arcillosos de 110 millones de años de antigüedad, nacen vinos Chardonnay con gran tensión mineral y amplia acidez. Vinos que no tienen nada que envidiar a los franceses.

Sabores: carambola, cáscara y médula de limón, manzana verde, piñones (de roble) y tiza.

CHALKY SAUVIGNON BLANC

Es difícil resumir el vino chileno en un solo punto del mapa porque el país es muy extenso y diverso, clima mediante. Muchos vinos chilenos comparten una textura calcárea única en el paladar, como el caso de un gran Sauvignon Blanc.

Las regiones de los Valles de Casablanca y Leyda ofrecen vinos Sauvignon Blanc con notable salinidad y sabores herbáceos. Están mucho más cerca (con estilo) del Valle del Loira en Francia que Nueva Zelanda, con menos fruta dulce y una estructura más delgada y cristalina.

Sabores: lima, miel, tiza, humo y salinidad.

CARMENERE

En muchos sentidos, el Carmenère fue la locura que hizo grande al vino chileno. El re-descubrimiento de la variedad obligó a los viticultores a aprender a producirlo otra vez, porque se creía que la cepa francesa Carmenère estaba extinta.

Son conocidos por dos estilos predominantes: un estilo roble-chocolate y un estilo verde, picante. Hoy, el Carmenère de alta gama ofrece tonos de cereza negra más puros y tonos herbáceos apoyados por el uso sutil del roble con especias de cedro.

Sabores: cereza negra, pimienta verde, nuez moscada, grava húmeda, cedro y gaulteria.

ESPECIALES DE SÓTANO

El mayor problema que tienen los vinos chilenos en el mercado es que la mayoría no ha envejecido lo suficiente antes de llegar a la mesa. A menudo tienen un sabor demasiado ácido o demasiado tánico. Sin embargo, para los que tienen un sótano, ¡esto es una buena noticia! Los tintos chilenos de alta calidad tienen un potencial de 15-25 años.

Para selecciones dignas de bodega, busca Cabernet y mezclas de Cabernet de los mejores lugares de Colchagua y el Valle del Maipo. Hay dos mezclas originales de Chile que no debes perderte:

C-C-C-C: Una mezcla clásica chilena de Cabernet Sauvignon, Carmenère y Cabernet Franc.

C-C-S: Este blend incluye Cabernet Sauvignon y Carménère con un toque de Syrah.

Sabores: cereza negra, pimienta verde, menta, chocolate con leche y un toque ahumado.

CARIGNAN

Para los que buscan los tintos más ricos, pero frutales, lo mejor es una botella de Carignan.

Sabores: frambuesa negra, ciruela asada, tierra quemada, flor de tomillo y humo.

PAÍS

Este es un rojo fragante, con garra y algo frenético al mismo tiempo. Es uno de esos vinos para degustarlo bien frío mientras estás en una cabaña junto a una piscina.

Sabores: frambuesa, hibisco, pintura de látex húmeda y flores de peonía.

CINSAULT

Se parece más a un rosado que un tinto y frío sabe muy bien. Este es uno de los pocos rojos que desafía los límites del maridaje y hace maravillas con un buen ceviche.

Sabores: arándano, fresa guisada, menta, rosa seca e hibisco.

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LOS 6 MEJORES VINOS CHILENOS DE 2019

VIÑEDO CHADWICK 2014 (CABERNET SAUVIGNON)

Es un cabernet sauvignon puro proveniente del Valle del Maipo, el cual ya tiene un lugar asegurado en la historia local por su alto precio. Además de destacar por su calidad y reconocimiento entre los mejores vinos del mundo. El vino tiene un sabor frutal que combina los arándanos, las ciruelas con un toque floral y de tabaco fino.

Otros Cabernet Sauvignon: Montes Taita Marchigüe Vineyard Cabernet Sauvignon 2009, Don Melchor Cabernet Sauvignon 2001 y Santa Rita Casa Real Reserva Especial Cabernet Sauvignon 2011.

CONCHA Y TORO CARMÍN DE PEUMO CARMENÈRE 2009 (CARMENÈRE)

Este vino chileno es producido en uno de los mejores viñedos de Peumo, a orillas del lago Cachapoal, zona considerada como la cuna de los mejores Carmenère en Chile. Es un vivo fresco y joven con aromas a moras, frutas rojas, higos secos, mentol y pimienta verde.

Otros Carmenère: Santa Carolina Herencia Carmenère 2010, Casa Silva Microterroir de Los Lingues Carmenère 2008 y Maturana Carménère 2015.

VENTISQUERO HERÚ 2015 (PINOT NOIR)

Procedente de una colina del Valle de Casablanca, de características especiales y con un proceso de elaboración artesanal nace este Pinot Noir de nuevo mundo. El Ventisquero Herú 2015 se fermenta por ocho años en una fina y elegante barrica francesa que crea un vino con cuerpo y sabores mágicos. El vino es perfecto para maridar con pescados, carnes de caza y quesos.

Otros Pinot Noir: Cono Sur Ocio Pinot Noir 2014, Amayna Pinot Noir 2014, Outer Limits Zapallar Coast Pinot Noir 2016 y el vino P.S. Garcia Sofía Pinot Noir 2016.

AMAYNA CHARDONNAY 2015 (CHARDONNAY)

El vino blanco Amayna Chardonnay tiene notas frutales con toques elegantes conferidos por su envejecimiento en roble. Las uvas se cultivan en el viñedo más antiguo de la fría región de San Antonio (Viña Garcés Silva), a solo 14 kilómetros del Pacífico. El clima y el suelo rico en arcilla, granito y cuarzo aportan una mineralidad distinta y agradable. Amayna Chardonnay es sin duda un vino blanco chileno de alto nivel.

Otros Chardonay: Ventisquero Tara 2014, Ritual Supertuga Block Chardonnay 2016, Concha y Toro Amelia Chardonnay 2015 y Casas del Bosque Chardonnay Gran Reserva 2015.

SANTA EMA GRAN RESERVA 2017 (MERLOT)

De color rojo profundo, este Merlot proveniente del Valle de Maipo presenta notas a chocolate y vainilla, junto a frutos rojos y café tostado. Para su maduración se guarda de ocho a 10 meses en barricas de roble francés y americano. En boca es un vino sedoso y de gran estructura que es perfecto para maridar con carnes, guisos, pastas y quesos.

Otros Merlot: Miguel Torres Las Mulas Reserva Merlot 2016, Valdivieso Single Valley Lot Gran Reserva Merlot 2011, Casablanca Nimbus Estate Merlot 2014.

VIU MANENT VIU 1 2008 (MALBEC)

El vino Viu 1 es elaborado a partir de las mejores uvas Malbec provenientes del Cuartel 4 del viñedo San Carlos, ubicado en las cercanías de Cunaco, Valle de Colchagua. El viñedo de 90 años de antigüedad cuenta con más de 4.000 hectáreas de plantación. El vino tiene una crianza de 16 meses en barricas de roble francés que le entrega un color rojo oscuro con toques violeta y perfecto para maridar con carnes rojas y cerdo.

Otros Malbec: Viña Chocalán Vitrum Malbec 2013, Luis Felipe Edwards 900 Malbec 2012, Loma Larga Malbec 2011 y Luis Felipe Edwards Family Selection Gran Reserva Malbec 2015.

EXPERIMENTA

Al igual que Francia, Chile tiene muchos cambios de cosecha a cosecha. 2014 fue excepcional, 2016 fue húmedo (para sufrimiento de los tintos), y 2018 fue fantástico. 2019 sigue por el mismo camino, volando alto, llegando incluso a potenciales mercados asiáticos, como China.

El precio no es un indicador de la calidad del vino chileno, porque oscila en varios niveles. Puedes encontrar vinos maravillosos por debajo de US$ 20, así que no dejes que el precio te aleje de probar algo nuevo y bueno. ¡Salud!

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